domingo, 3 de abril de 2011

" El Hospital Viejo- Angol"

-Es un típico domingo, tan aburrido como siempre. Pero hoy hubo algo que me llamo mucho la atención, mientras iba caminando a la casa de una amiga, me di cuenta de la existencia de un edificio antiguo. Lo observe por mucho tiempo, y me daba escalofríos el solo pensar entrar a ese lugar. Llegué a la casa de mi amiga, y le pregunte sobre ese edificio tan aterrador… Ella me contó que era el “Hospital Viejo”,  y me hablo de su historia. Por lo que me comentó, creo que fue creado en 1880 y también me explico como fue evolucionando, pero  en verdad eso no tenía mucha relevancia para mí.                                                                                                      Fueron pasando los días, y cada día me interesaba más saber sobre el hospital, siempre que tenía tiempo para descansar, lo primero que se me venía a la mente era este antiguo edificio.                                                                            Un día, le pedí a mi amiga que me acompañara al “Hospital Viejo”, ella no estaba muy de acuerdo con la idea, pero accedió a mi petición. Luego de unos minutos, pensé lo que estaba haciendo, y me dio miedo pensar que íbamos a ir las dos solas, así que decidimos llamar a más amigas. Algunas aceptaron, y otras simplemente se dieron el lujo de terminar la llamada. Todas estaban muy asustadas, especialmente yo, realmente sentía algo muy extraño, una sensación que jamás había sentido.Cuando todas decidieron entrar, pensé que había sido un gran error llegar hasta allá. Luego entramos, y vimos que tan escalofriante era. Mientras recorríamos el lugar, sentí un ruido muy estremecedor, por lo que salí corriendo, algo muy típico de mí.  Mis amigas salieron por otro lugar hasta llegar a la salida. Me di cuenta de que había quedado sola en el hospital. Minutos después salí del escondite en el cual estaba, para así poder llegar a la salida. De pronto volví a sentir los ruidos anteriores,  esta vez decidí no correr y seguir adelante. Miré a la habitación y había un anciano acurrucado en un rincón. Me dio mucho miedo, pero en ese minuto no pensaba en nada, ni siquiera en correr. El anciano me advirtió que saliera de inmediato del lugar, pero yo estaba paralizada de miedo.  Durante minutos me quedé mirando al anciano, y este comenzó a hablarme. Él empezó a comentarme de cosas que sucedían en el hospital al anochecer, cosas extraordinarias, difíciles de creer, también me contó la verdadera historia del hospital y realmente coincidía con la fecha que mi amiga me había dicho. Pasaron largos minutos escuchando su historia, cuando de repente sonó mi celular, era mi amiga, me dijo que me fuera de inmediato. Con la llamada reaccioné, y solo le dije al anciano que abandonáramos el lugar, porque me daba mucha pena que él se quedara solo en ese lugar aterrador. Pensé que el me seguía para llegar a la salida, pero me di cuenta que no era así, decidí volver a buscarlo. Me sorprendí demasiado, él ya no estaba allí, y  solo habían pasado segundos en que  yo volviera en busca de él.                                                                       Salí corriendo de ese lugar, mis amigas me estaban esperando en la salida, pero no les conté de lo sucedido.                                                                                                                                                                Han pasado ya algunos meses, desde aquel aterrador día y siempre que paso por ese lugar veo al anciano sonriendo por la ventana…
                                                                                                                                 Francisca Ortiz       

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